2013年10月1日火曜日

スペイン製アンドロイド(¿ロボット?)に未来はあるか (El Mundo 紙)


Un día con los androides del futuro 'made in Spain'


Por unas horas, el hall de la Universidad Carlos III (campus Leganés) se trasladó al futuro. En este espacio, robots humanoides y brazos mecánicos, entre otros sofisticados artefactos, se vistieron de gala para recibir a un público expectante por conocer sus habilidades. Se trataba del Día de la Robótica, un evento que reunió varios proyectos de RoboCity, "un consorcio de grupos de investigación que agrupa a cinco universidades madrileñas y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)", según explicó el profesor Alberto Jardón.

Un proyecto que fascinó a los espectadores fue el que José Ramón García, de 25 años, viene desarrollando para su tesis doctoral. "Se trata de una cámara que detecta a la persona que se coloca enfrente y reconstruye con líneas rectas el modelo del esqueleto. "Su función es calcular la amplitud articular", explica García. Con esa información, el equipo podría servir de herramienta a médicos para diagnosticar patologías del hombro. La idea es construir una base de datos que contengan información de pacientes sanos y enfermos, para poder hacer comparaciones y dar con un tratamiento acertado.

García lleva trabajando seis meses en el equipo, pese a que su beca de trabajo terminó en julio. "La situación es muy complicada", comentó. La reducción de presupuestos para la investigación también la palpa Eduardo Martín de 21 años. Este estudiante de ingeniería en electrónica de la Universidad Carlos III y miembro de la Asociación de Robótica financió un robot volador que aún está en fase de prueba.



Guías para el aparcamiento

Si no fuera porque su impresora en 3D le abarató los costes, Martín no habría podido construir su 'mininave'. Todos los componentes fueron impresos por este aparato a excepción de las cuatro turbinas que usa para propulsarse. En este proyecto invirtió 400 euros y muchas horas de trabajo durante el verano. La novedad de su invento es que está diseñado para interiores y que combina las funciones de navegación y estabilidad. "Es como si tuviera dos cerebros", explica. Su único defecto es que la batería solo dura cinco minutos. Martín piensa que su invento podría servirle a la Policía en espacios cerrados.

Entre los expositores estaban también Ángel Llamajares de 27 años y Eduardo Molinos de 29, ambos integrantes del equipo RobSafe de la Universidad de Alcalá, que se dedica a la robótica y a los sistemas de seguridad.

El Robot de Molinos era un Pioneer 2, un equipo de cuatro ruedas y de fabricación comercial. "Nos dedicamos a equiparlos y a desarrollar algoritmia para ellos", explicó el joven. El resultado es un robot que se mueve en interiores sin colisionar y que puede conocer su ubicación en el espacio a partir del uso de una 'unidad inercial'. "«Soy informático y cuando te encuentras con aplicaciones que interactúan con el mundo real, lo que toca es dar el salto"», dijo Molinos.

Las características del robot de Llamajares son similares, con la diferencia de que está pensado para exteriores. El prototipo podría, entre otras cosas, guiar a un automóvil a un aparcamiento vacío y volver, esquivando los obstáculos, a su lugar inicial.



















Robots asistenciales

Por su parte Juan García de 29 años y de la Universidad Carlos III, trabaja desde hace dos años en el desarrollo de un robot humanoide. Se unió al proyecto, que ya lleva cuatro años y que ha sido diseñado 'íntegramente' por su centro de estudios. La idea es que cumpla tareas asistenciales para personas con capacidades reducidas, pero hasta ahora han logrado que identifique y agarre un objeto azul.

A la feria también acudieron varias empresas como ABB, fabricante de robots para uso industrial y agrícola. ABB presentó a su Modelo IRB 120, el más pequeño y barato de sus prototipos, con un costo aproximado de 20.000 euros. "Tenemos 17.000 robots instalados en toda España", comentó el ingeniero de ventas Pablo Fernández. «"Hacemos paquetes de robots económicos para universidades"», añadió.

En la exposición también participaron estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos, la Politécnica de Madrid y la Universidad de Educación a Distancia.